Episodios de pedrisco y lluvias torrenciales acontecidos a lo largo de septiembre han arruinado gran parte de los cultivos ubicados en la parte más septentrional de la Ribera navarra. Parcelas hortofrutícolas, viñedos y olivos se vieron afectados de manera muy importante por una granizada que descargó su furia en el área de Fitero, Cintruénigo y Corella. Dependiendo de las zonas, se estima entre un 30 y un 100% la pérdida de la cosecha de dichos productos, además de que en el momento de la tormenta apenas se había recolectado entre un 10 y un 15% de la uva. En el caso de la oliva y la almendra, la violencia del golpeo del pedrisco provocó que la mayor parte del fruto cayese al suelo, a lo que hay que sumar una producción ya mermada por anteriores heladas. También la Merindad de Zangoza resultó dañada de manera considerable por lluvias torrenciales -se registraron hasta 80 litros en apenas minutos- que dejaron su efecto en cultivos y terrenos de secano estropeados por las escorrentías.

Necesidad de asegurar
Desde EHNE-Nafarroa se recomienda asegurar con antelación las parcelas ante el riesgo de que repitan casos similares, cada vez más habituales por el cambio climático.