Presentadas en el Parlamento de Navarra, recogen criterios de sostenibilidad, soberanía alimentaria y producción local
La plataforma contra las macrogranjas pesentó el pasado 24 de mayo en una comisión parlamentaria toda una batería de medidas que deberían aplicarse en la agricultura y ganadería navarras para evitar los actuales impactos medioambientales y sociales que están provocando dichas actividades en su variante intensiva y de agroindustria.
Entre otras, reivindicaron una moratoria para nuevas explotaciones o ampliaciones de existentes en ganadería industrial, la reducción hasta alcanzar un 50% de la cabaña ganadera en producción intensiva en 2030, orientar hacia un modelo ganadero basado en alimentación de pastos y granos locales, establecer un tope de 270 UGM por explotación, eliminar las trabas normativas al porcino extensivo en los comunales navarros y aprobar planes de ordenación y gestión agrosilvopastorales.
Además, demandaron la reducción progresiva del uso de plaguicidas, fertilizantes químicos y antibióticos, desapareciendo en 2040, y la conversión progresiva a ecológico, llegando en 2030 al 25% de la superficie, priorizando producciones a pequeña escala. Junto a ello, adaptar las ayudas a primeras instalaciones a modelos a menor escala, aumentando el plazo de viabilidad, y favorecer el asesoramiento y la formación para el tránsito de explotaciones industriales a otras de tipo sostenible y ecológico.
Del mismo modo, apostaron por la flexibilización de la normativa higiénico-sanitaria para adaptarla a las producciones a pequeña escala y subvencionar infraestructuras públicas para la transformación, especialmente en lo que se refiere a obradores colectivos o pequeños mataderos, por poner dos ejemplos.
Por último, reclamaron la creación de un Consejo Agroalimentario Navarro que integre todos los ámbitos de la cadena con criterios de soberanía alimentaria, fomentar los canales cortos de comercialización y establecer para 2030 una Compra Pública de producciones locales.